martes, 12 de enero de 2010

Alegria!



Hemos crecido enseñados por una sociedad que infunde miedo a lo desconocido, pero déjenme decirles que aun no ha llegado el día en el que nosotros los hombres, ¡oh! ¡Todopoderosos! nos paremos a recapacitar sobre lo conocido. Y de eso me dispongo a hablar hoy, de aquello que conocemos aquí.

La vida del hombre se compone de aquello que ve, aquello que no ve, y aquello que quisiera ver. Y en el último fragmento de esta verdad se encuentra el problema existencial de todo ser consciente. La felicidad. No importa que sea aquello que se quiera ver…porque siempre habrá algo más que lo precederá. Sé que es triste la ironía, pero será mejor que la empiecen a aceptar, sino morirán diciendo que no, como los locos.

Así pues, la felicidad es nuestra cárcel o mejor aún, nuestro jefe. Es ese que nos hace trabajar para que la empresa funcione. Podrás ser el pelota del jefazo y pasarte horas extras en su despacho pero no lo conseguirás, quizá te de algún descansillo de alegria...

El ser humano está libre en nuestra sociedad en la mayoría de los casos (ya saben, en la carcel tambien hay gentuza), pero no es libre jamás ¡No confundamos!

No crean que soy un pesimista, pero les aseguro desde aquí que jamás serán felices si se dejan llevar por lo que nos rodea. Mejor convertirse en conformista o en aventurero adelantado a su tiempo. Si no me creen es que mi teoría de que hablar con los hombres es como hablar con un niño recien nacido (el clásico imbecil vamos) o nuestros mejores amigos los perros, tiene total certeza.

Por cierto, la otra tarde hablé con uno, le dije: “¡oye perro! Te encuentro como apesadumbrado…¿Qué te ocurre?” Y el me contesto en voz alta y clara: “Guau! Guau…Guau!”. Claro que él debió decirme: “No se, no me encuentro demasiado bien, la perra del vecino tiene un olor diferente y esta mañana no podía encontrar mi rastro de orina”. Pero el problema de todo esto es que él solo debió escuchar de mi parte: “Guau, Guau, Guau!”

Aplíquense el cuento y no me vengan ladrando luego. Váyanse a buscar a la perra del vecino y meen por dentro, que luego menudo ascazo.

Buenas noches!

Solo una pregunta mas: ¿cuantas veces más van a sacarse el dedo de la boca para poder decir que se están chupando el dedo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario